lunes, 21 de abril de 2014

Trigo, soja, maíz y qué ir vendiendo...

En la entrada previa (soja y dólar) planteábamos la necesidad que presenta el gobierno de devaluar en algún momento y la estrategia que lleva adelante de "impresivilidad cambiaria". Asimismo lo que decíamos era que es importante tener bajo control las deudas en dólares (cancelarlas o "calzarlas") y que había, de acuerdo a la postura frente al riesgo de cada productor, ciertos márgenes para especular, pero también oportunidades con los mercados de futuros. 

En el siguiente gráfico se aprecia como luego de los máximos de agosto de 2012, los precios de los granos comenzaron una tendencia decreciente (recordar que fue la peor sequía en EE.UU. de los últimos 56 años), sin embargo a partir de fin de 2013, esa tendencia pareció darse vuelta. Acá hay que destacar, por una cuestión de política monetaria de los EE.UU. el dólar frente a otras monedas se hizo más fuerte (con 1 dólar se compraba más de otras monedas) hasta septiembre y dado que los contratos están nominados en dólares, los precios tenían presión a la baja; pero posteriormente el dólar se depreció (1 dólar compraba menos de otras monedas) e influyó en la curva alcista que se ve en el gráfico (actualmente en relación al euro está en 1,389, de los valores más altos desde octubre de 2011, así que es probable que baje en los próximos meses, impactando en los precios)

Precios de Chicago para los primeros contratos

En cuanto al mercado interno, las diferencias con los mercados internacionales son inferiores a las retenciones, salvo para el caso de la soja. Es decir, el precio doméstico se obtiene de la siguiente manera: Pcio internacional menos retenciones (35% en soja, 23% en trigo y 20% en maíz) menos gastos de fobbing (manejos del puerto). Pero si uno hace la diferencia entre los precios internacionales y los domésticos (tomados a través del MaTBA), encuentra que en maíz el diferencial es de casi 10%, en trigo de 5% y en soja de 43,8%. Esto se puede ver en el gráfico siguiente. Claramente, el descuento que le hacen al productor por el precio de la soja en plena cosecha es alto (cuando en EE.UU se están observando los precios más altos en los últimos 10 meses), mientras que en los cereales, luce atractivo.

Diferencia de precios entre Chicago y MaTBA 

Un indicador para examinar que grano conviene vender es analizar los ratios de precios entre granos. Esta relación indican por ejemplo en "soja/maíz", cuantas unidades de soja puedo comprar con una de maíz y así para los demás ratios presentados. Dentro del cuadro, se muestra cuál es el comportamiento representativo de estos valores en los últimos 6 años.

Apoyando lo que marcaba el gráfico anterior, el gráfico siguiente muestra que el maíz y el trigo está en posiciones favorables frente a la soja. Esto surge de comparar el valor actual, con los del cuadro. Así para soja/trigo actual=0,77>cuadro=0,56  y para soja/maíz actual=0,57>cuadro=0,49.

Relaciones de precios disponibles
Nota: las relaciones se deben leer así: "soja/maíz"= por cada unidad de maíz, puedo comprar 0,49 unidades de soja.

En maíz es la relación más alta desde julio de 2013, sumado a que en EE.UU. la relación de stock es de la mejor de los últimos años. Por lo que sería bueno desprenderse del maíz viejo en primer lugar. Según los precios relativos del CBOT, los farmers norteamericanos tendrían más incentivos en sembrar soja, lo cual lleva a que los contratos de noviembre (soja y dólar) estén casi un 17% por debajo del contrato de mayo. Pero para esto aún falta, aunque cuando planteamos el tema de retener y especular, no es malo la compra de una opción para fijar un precio de mínima.

Por otro lado, el maíz viejo destinado al mercado comercial está casi completamente vendido lo que es comercial, por lo que es un incentivo a liquidar en abril lo que quede de la cosecha pasada (además se enfrenta a precios futuros más bajos). 

Mientras que en cuanto al trigo nuevo, existe un 49% vendido contra 85% (el año pasado los exportadores habían comprado a esta fecha un 60% más, por los errores de Moreno que había otorgado más permisos de exportación que los realmente disponibles (Porqué nos quedamos sin trigo en 2013). Para esta campaña el gobierno fue más cauto y había anunciado que se habría la exportación por 1,5 millones de toneladas, de las cuales hasta el momento solo han habilitado 1 millón, pero deberían estar pronto a habilitar las 500 adicionales y hasta podría ampliar el cupo en hasta 500 mil (probablemente un poco por debajo, y después de agosto). De todas maneras, de cumplirse esta ampliación, el sector exportador ya casi las tiene compradas, y la demanda se concentraría básicamente en la industria que aún tiene por comprar más de 1,6 millones de toneladas.

Ventas maíz viejo y trigo nuevo
Nota: X= exportación/exportable

En trigo, el mercado para la cosecha 2014-15 ya espera una recomposición de stocks internos, así que sería bueno ir vendiendo hasta antes de noviembre (hay una versión de que podrían eliminar las retenciones a los cereales, pero de tomar una medida de esta índole, seguramente la van a aplicar hacia una campaña para adelante).

Entonces como resumen, parece bueno desprenderse del maíz viejo durante el mes de abril y después ir vendiendo el trigo hasta antes de que entre la cosecha 2014-15, porque seguramente la superficie aumente y eso traiga un alivio a los holgados stocks argentinos. Y con respecto a la soja, mantenemos lo que dijimos en la entrada anterior (soja y dólar), pero siempre prefiriendo ir cubriendo parte de las ventas con opciones o futuros.

Ahora bien, para que el que venda para aprovechar los precios y no tenga deudas, algunas alternativas son: 

1- negociar con su banco la tasa para un plazo fijo antes de que bajen.
2- comprar bonos dolarizados o dólar linked (ajustas según el tipo de cambio)
3- ir a acciones (más arriesgado)
4- en este blog van a encontrar más información www.cartafinanciera.com/renta-fija/oportunidades-en-activos-argentinos-en-dolares/
5- ir adquiriendo insumos para la campaña que viene, aprovechando descuentos que puedan recibir por compra de contado.



martes, 15 de abril de 2014

Qué va a pasar con el dólar y la cosecha de soja

La devaluación de enero y la "fijación" de un tipo de cambio en torno a $8 desde entonces, ha traído una calma aparente en las personas y empresas. Pero lo que ha hecho el gobierno, es ganar tiempo de "tranquilidad económica", para ir tratando de ajustar otras variables (más que nada en lo que respecta al frente fiscal) que son insostenibles y que han llevado las reservas por debajo de US$27.000 millones. 

Se podría decir que el tiempo ganado se prolongará hasta que la competitividad llegué a los niveles pre devaluación, que según especialistas podría llegar en el tercer trimestre, y significaría que el nivel de inflación empató la devaluación de enero, o sea, que estamos en la misma situación que a comienzos de 2014. 

Frente a este panorama, se ha divulgado en los últimos días que se va a seguir una política de imprevisibilidad del tipo de cambio, esto es, se va a hacer algo con el tipo de cambio, pero no de manera progresiva y escalonada como fue el año pasado, sino más al "estilo enero", de un golpe y sorpresivo. Por otro lado, se espera que esa depreciación sin aviso sumada a la acumulada hasta el momento, esté en línea con la inflación y las tasas de interés. De cumplirse este supuesto, la devaluación en lo que resta del año se ubicaría entre un 10-15%, totalizando alrededor de un 33-35%. Hay rumores de que podría ser en julio-agosto cuando la entrada de divisas del agro comienza a aflojar, pero son solo rumores.

Pero dentro de este escenario de imprevisibilidad del tipo de cambio, el sector agropecuario posee la ventaja que el bien que vende está dolarizado, aunque como desventaja, también una parte de los insumos que utiliza. Por ello, como primer medida relevante, es no quedarse con deudas en dólares como había comentado en una nota de febrero (Artículo febrero) o la otra alternativa, es estimar la totalidad de la deuda en dólares y elegir alguna cobertura (la más fácil son los contratos forward) para saldar las deudas en dólares y no quedar expuestos a modificaciones del tipo de cambio que luego nos puedan demandar más granos para pagar deudas. 

Posteriormente, hay que analizar los mercados y los precios disponibles y futuros para empezar a tomar decisiones en base a la planificación que hayamos hecho (Porqué es importante planificar).

El mercado internacional muestra menores precios para adelante, marcadamente a partir de agosto que es cuando a definirse el rendimiento de los cultivos en EE.UU. En el Gráfico siguiente se aprecia el rally alcista de precios de la soja en 2014 y como se amplió la brecha entre el precio de mayo y de noviembre; mientras que en el período analizado el precio a mayo creció casi un 17%, a noviembre aumentó un 11,3%. Este comportamiento tiene como uno de los principales sustentos el aumento de la relación stock/consumo mundial de 11,65% a 12,9%, aunque para EE.UU. se espera que se reduzca de 3,95% a 3,79%. Como se ve en este último número, el stock sigue siendo bajo, por lo que es preciso seguir de cerca las condiciones de este cultivo en el país del norte porque cualquier problema en la producción complicaría su abastecimiento.

                                                    Precio de soja CBOT- Contratos 2014

En cuanto a los precios futuros de soja en el mercado local, en el Gráfico siguiente se ven los valores a mayo y noviembre de este año. Se aprecia además del fuerte incremento desde fines de enero, como el valor a noviembre se encuentra siempre por encima del de mayo. Así todo, si se compara los contratos a mayo del CBOT y el MATba el diferencial asciende a alrededor del 40% (>35% de retenciones), mientras que a noviembre el diferencial es de 28%. Otro aspecto clave, es que los fondos están comprados en Chicago, es decir, que esperan que los precios aumenten a futuro.

Precio de soja MatBa - Contrato mayo 2014 vs noviembre 2014


En base al análisis precedente, se ve que internamente se espera un precio superior a noviembre y una posible devaluación en algún momento del año. Esto genera un incentivo a esperar para vender, ya sea por mayores precios en dólares y/o en pesos. Quizás un reflejo de ello es que hasta el momento se lleva vendido un 19,4% de la soja de la campaña nueva, contra un 23,9% que se registraba en la misma fecha pero del año pasado.

Entonces, en vista de este escenario, una alternativa para con los granos es ir vendiendo para cubrir los gastos y vivir (eliminando las deudas en dólares o contratar contratos de futuros por el valor de la deuda en dólares para eliminar el riesgo cambiario, aunque ahi quedan los días entre los cuales recibimos el dinero y fijamos el dólar para pagar los insumos); y con el remanente: i) especular con una suba de precios externa que traccione los precios internos (es un escenario con probabilidad media que se de, aunque  falta aún definir la cosecha sudamericana y ver como arranca la siembra en EE.UU.); ii) ir fijando contratos a largo plazo, justificado en el hecho de que el diferencial de precios entre ambos mercados hoy por hoy es bajo y esperar que la devaluación caiga durante la vigencia de los contratos (estrategia conservadora); iii) algo más sofisticado, comprar puts para fijar precios mínimos de ventas.