miércoles, 18 de marzo de 2015

Retenciones segmentadas: lo bueno y lo malo

El día lunes 16/03 el gobierno lanzó el Programa de Estímulo a pequeños productores de granos (Programa) que consiste en una devolución de retenciones cobradas a productores de trigo, girasol, maíz y soja que producen hasta 700 toneladas.

Rápidamente, el programa consiste en un pago segmentado según los niveles de producción, creando invertevalos de 100 en 100, hasta las 700 toneladas. Los que producen hasta 100 toneladas, recibirán $450 anuales por tonelada, los que producen hasta 200 cobran $383, hasta 300 reciben $293, hasta 400 cobran $180, hasta 500 cobran $90, hasta 600 cobran $69 y hasta 700 cobran $45. El nivel de producción a considerar es el declarado en 2014.

El mecanismo de pago sería similar al CePaGa (devolución de retenciones del trigo) mediante transferencia bancaria los días 15 de cada mes, a partir de abril. Aunque cabe recordar que ambos programas son distintos en cuanto a su origen y fondeo: el primero fue un fideicomiso específico para el trigo que benefició a todos los productores y se anunció antes de la siembra del mismo; mientras que ahora es un fondo que crea directamente el Gobierno, que alcanza a más granos, pero que tiene un alcance limitado en cuanto a productores. 

¿Quiénes se beneficiarán? Según datos que aporta el ministerio, "Esta decisión del gobierno nacional tendrá un impacto positivo para el 80 por ciento del sector agropecuario, lo que alcanza a más de 46 mil pequeños y medianos productores" (estos datos no son de acceso público, por lo cual no se pueden chequar. Según el Censo Nacional Agropecuario, en el país existen alrededor de 160.000 Explotaciones Agropecuarias radicadas en provincias que siembran alguno de los cultivos implicados. Si bien este número está sobreestimado, si se podría dudar sobre el porcentaje de alcance). El rango de beneficiarios en cuanto a la cantidad de hectáreas sembradas puede variar ampliamente por el tema de la doble cosecha (cultivos sembrados en el mismo año en invierno y otros en verano), según los cultivos elegidos a la hora de la siembra y por la ubicación geográfica.

Puntos positivos:

  •  Se empieza a poner en agenda el tema de una necesaria rebaja de retenciones, frente al escenario actual de precios (hoy están a los mismos niveles que hace 5 años).
  • Algunos productores van a recibir fondos para aliviar algo de la situación actual de las empresas agropecuarias (dato importante para productores de los tamaños considerados).
Puntos negativos:
  • Anuncio a las apuradas: han pasado 2 días y no hay más información que lo que dijo la presidenta. Aún no está disponible en la secretaría de comercio el espacio para inscribirse al programa (o no lo encontré, lo cual implica que no es tan sencillo de hallar en la estructura de la página).
  • Nuevamente agrega más burocracia.
  • No se explicita de dónde surgen los valores que se van a devolver, que se presentan en la tabla:
  • No se tuvo en cuenta los diferentes rindes de los cultivos (situación: dos productores vecinos del sur de Córdoba que trabajan 100 has cada uno. Uno sembró 100 has de maíz y el otro 100 has de soja: el primero obtuvo 700 toneladas y el otro 250, el primero va a cobrar $31.500 y el segundo $73.250. Si bien este es un ejemplo extremo, no quita que los que sembraron en proporción más maíz en una misma área dónde otros productores sembraron soja o girasol, se verán perjudicados).
Conclusiones:
Es importante que se empiece a poner en agenda el tema de las retenciones frente al contexto actual de precios bajos que se va a mantener, por lo menos en todo 2015 y es probable que más aún. Hoy por hoy, frente lo estrechos de los márgenes todo dinero que ingresa a la empresa agropecuaria es una "bendición".

Pero esta medida tiene los problemas de no brindar suficiente información, es parcial, y puede llevar a que se produzcan inequidades severas (este punto que se refiere a la segmentación, hay que aclarar que no es sencillo de solucionar en este tipo de medidas).

Así que como conclusión, es una medida que va a beneficiar a un segmento de productores (por falta de datos, no puedo avalar que alcance al 80% de los productores, pero esos datos deben salir de las declaraciones que hacen los productores a AFIP y no son de acceso público), pero que no es definitivamente la mejor solución a la problemática del sector agropecuario porque es parcial, no modifica el régimen actual de retenciones, mejora la rentabilidad de aquellos a los que asiste, pero deja fuera a una gran cantidad de productores que también muestran el mismo problema de rentabilidad baja, nula o incluso negativa, debido a la inflación y la baja de precios internacionales. 





miércoles, 7 de enero de 2015

Otra vez el trigo en "problemas"

Decir que "otra vez" el trigo está en problemas, es simplificar el escenario. La verdadera frase es "otra vez metieron al trigo en problemas". Este desmanejo ya viene desde 2007 y tuvo tu pico de desconcierto, cuando en 2013 la tonelada de trigo llegó a valer US$ 400 la tonelada.

El gran problema de esta política es que no genera efectos positivos para el país en su totalidad, sino que transfiere renta desde los productores hacia el eslabón que puede comprar el trigo barato y después venderlo a un precio superior, especialmente los exportadores. Pero esto no es un acuse de recibo entre eslabones de una cadena (porque los exportadores también tienen que responder a arbitrariedades por parte del gobierno, como la exigencia de liquidar US$ 5.700 millones en el último trimestre del año, adelantando no solo ventas del año venidero, sino también el impuesto de las retenciones), lo que muestra es que las intervenciones estatales en los mercados son generalmente ineficientes y generan amplias arbitrariedades que perjudican generalmente al que posee menor poder de nogociación.

Efectos de estas políticas son conocidos:


  • Caída del área sembrada desde 6,3 millones en 2005 a 4,2 millones en la ultima campaña: eso implica US$ 600 millones menos en insumos y labores.
  • Caída promedio en la producción de 6,5 millones: eso implica en promedio US$1.300 millones menos por la exportación del grano en bruto por año. De los cuales cerca de US$300 millones irían al gobierno en concepto de retenciones. Además representa alrededor de 215.000 viajes menos de camión al puerto por año (esto supone que toda la producción se exportaría), lo que en promedio (y sumando otros gastos de comercialización) da un valor de US$175 millones de dólares que se dejan de generar por las malas políticas.
  • Las exportaciones de harina, que en parte habían sido favorecidas por "dumping" (los molinos conseguían el precio más barato que lo que debería valer) venían en aumento, pero debido a la escasez de trigo en 2013 cayeron a 279.692 toneladas, el registro más bajo según la serie que publica FAIM y que arranca en 2004.
  • Y demostrando la ineficiencia de la medida: el precio del pan aumentó desde el comienzo de la intervención alrededor del 900%.
Estos datos demuestran que la intervención priva a todos los eslabones de mejorar la eficiencia de la cadena, incluso al mismo gobierno. Por lo cual, más allá de que ya mucho se ha escrito, la eliminación de los cupos a la exportación para las cadenas agroindustriales es fundamental porque no genera ningún beneficio.

Y en lo que acontece a la actualidad, la brecha entre el precio externo y doméstico del trigo es del 40%, por lo cual, para aquel que tenga trigo, lo mejor va a ser esperar para venderlo, con la desventaja que este año viene llovedor, por lo que es un desafío para aquel que lo guarde en silobolsa. Frente a este escenario, los precios internacionales parecen mostrarse mantenidos en los valores actuales, pero cualquier mejora no se va a traducir de manera directa en un beneficio para el productor.

miércoles, 5 de noviembre de 2014

Aún queda soja por vender, y los precios mejoran

Según datos del Ministerio de Agricultura de la Nación, aún están pendiente para la venta alrededor de 18 millones de toneladas de soja. Esto muestra que hasta el momento se ha vendido casi el 67% de la cosecha, cuando en promedio en los años anteriores estaba en torno al 84%, tal como se presenta en el Gráfico siguiente. Esto implica que a la fecha se deberían haber vendido alrededor de 46 millones de toneladas, contra las 35 millones que se vendieron, es decir casi 11 millones más de haberse mantenido el ritmo histórico. 

Fuente: Elaboración propia en base a MAGyP.

Este comportamiento de racionamiento de las ventas, el cual en cierta medida estuvo influenciado por las lluvias que demoraron la recolección, se puede sencillamente resumir en una conducta "precaucionista" frente a la incertidumbre económica (especialmente cambiaria), en un contexto de achicamiento de los márgenes. Entonces, dado que poseen un activo dolarizado, se opta por quedárselo y no monetizarlo de otra forma debido a que sus insumos para poder producir también están expresados en esa moneda. Esto revela que aún hay que hacer mucho para unir a la producción con las distintas alternativas de ahorro-inversión que permitan optimizar el ciclo productivo, más allá de la necesidad de un entorno macroeconómico más certero. 

Este comportamiento llevó a que los productores vean disminuir el precio de venta de la soja desde el mes de la cosecha (precio promedio de mayo) hasta la actualidad. Pero, la fuerte caída de los precios internacionales, fue muy superior a la que se observó en el mercado interno (medido en dólares): un 32% contra un 8,6%, respectivamente. Aunque si además del mes de mayo, también se incluye el mes de junio, para obtener el precio promedio local -debido a que a fin de mayo aún restaba cosecharse el 26% de la campaña- (alrededor de 14 millones de toneladas), la caída interna fue de 7%. 

Durante ese período, la devaluación fue de casi el 6% y el precio en pesos se mantuvo casi igual. En el gráfico se puede ver la evolución de las cuatro variables desde el mes de mayo de 2014. Allí se comprueba la evolución positiva del tipo de cambio (US$/$), los precios actuales en pesos igual a los de mayo (Soja MatBa) y los precios en dólares interno (Matba US$) y externo por debajo de los niveles de mayo. Esto sencillamente refleja que la forma de ahorrar (y cubrirse) que primó fue a través de la soja, aceptando una tasa de retorno en pesos de 0%.

Fuente: Elaboración propia en base a quandl, Matba y BCRA.

De cara al futuro, la mayoría de los analistas coincide en que se ha dejado atrás los pisos de precios ocasionados por las cosechas récords sudamericana y norteamericana y que la demanda está traccionando lo cual genera un nuevo piso más elevado que los observados a principio de octubre. Ejemplo de que la demanda está traccionando es que habiendo transcurrido un poco más de dos meses del año comercial, ya está comprometida el 74% del total de la exportación de soja (máximo últimas cinco campañas) y el 59% de la de harina de soja (máximo últimas cinco campañas). Además, los fondos han vuelto a estar compradores en soja, lo cual parecería confirmar niveles superiores a los observados en septiembre-octubre de 345 US$/tn. Sin embargo, el techo parecería no estar mucho más alto.

Entonces, qué hacer con los remanentes de granos. Primera opción, pago de insumos a canje (aprovechamiento de las ventajas impositivas); segundo, si uno analiza los precios de futuro de mayo (cosecha nueva) hay una caída de 40 US$/tn, lo cual hace aconsejable desprenderse antes de la mercadería ya sea a través de herramientas financieras que permitan fijar precios mínimos -para aprovechar subas ocasionales- o vendiendo la mercadería (pero no dejar que una potencial devaluación, complique el financiamiento de la empresa; y si se vende, que ese dinero vaya a alguna inversión rentable como puden ser bonos en dólares, dollar linked, acciones. Para estas alternativas, debe tener presente cuál es su perfil de riesgo, y el plazo para el cual desea obtener una ganancia). Es interesante el abanico de inversiones bursátiles que se podrían abrir de mediar en enero un comienzo de negociación con los holdouts (son inversiones más riesgosas, pero con mayor retorno) por lo que hay que seguir de cerca la evolución de precios internos y las posibilidades que puedan surgir... o no, en caso de que Argentina no resuelva su conflicto de deuda. 



domingo, 21 de septiembre de 2014

La lechería y el reflejo de malas políticas

Les comparto un artículo que escribimos junto a Juan Scabon, para La Voz Rural.


Confirma lo ya conocido, que los controles de precios y cupos para exportar, no cumplen con el objetivo de frenar el alza de precios interna, sino que desincentiva la producción afectando los niveles de producción, en consecuencia reduce el saldo exportable, posibilita un menor ingreso de divisas y frena la expansión de la cadena productiva.


sábado, 30 de agosto de 2014

Cuál es el riesgo del sector agropecuario frente a la modificación de la ley de abastecimiento

El Gobierno ha renovado su interés en poner sobre el tapete la "famosa Ley de Abastecimiento N° 20.680". Para tener una idea, esta ley fue promulgada en 1974, bajo el tercer gobierno de Perón. Posteriormente fue derogada por el art. 4°del Decreto N° 2284/91, el cual estableció que dicho ejercicio solo podrá ser restablecido para utilizar las medidas articuladas en dicha ley, por el Congreso Nacional. Posteriormente, por Decreto 722/99, se restableció el ejercicio de las facultades emanadas de la ley 20.680.

El año pasado el ex Secretario de Comercio Interior, Guillermo Moreno, la puso en práctica de manera explícita para "garantizar" el abastecimiento del trigo (aplicación de la ley de abastecimiento al trigo). Pero la ley ha sido usada en otros momentos por este Gobierno para fijar por ejemplo precios máximos o reglas de comercialización (leche, pan, combustibles, carne, trigo, leche, etc). Vean cómo los mercados en las cuales se aplicó han sufrido caída o estancamiento en su producción, inversión y cantidad de empresas.

Fig. 1: Campo con alfalfa.

Si bien mi campo de estudio no es el derecho, quería aportar a través de la lectura del proyecto de ley y de la ley ya existente, cuáles son los cambios que se introducen. Sucintamente, la ley 20680 y la modificatoria que se presentó en el Congreso no difieren. Las pocas diferencias sustantivas son las siguientes:

1- se elimina la cárcel como mecanismo de castigo.
2- se incorpora el estudio de la ecuación económica (y de ganancia de cada sector).
3- se designa como autoridad de aplicación a la Secretaría de Comercio.
4- se toma en cuenta la posición de mercado y el lucro de la empresa infractora y el daño que genera.
5- se incorpora este artículo: "Frente a una situación de desabastecimiento o escasez de bienes o servicios que satisfagan necesidades básicas o esenciales orientadas al bienestar general de la población, la Autoridad de Aplicación podrá disponer mediante resolución fundada su venta, producción, distribución o prestación en todo el territorio de la Nación, cualquiera sea su propietario, bajo apercibimiento en caso de incumplimiento de imponer las sanciones previstas en el artículo 5º. Dicha medida durará el tiempo que insuma la rehabilitación de la situación de desabastecimiento o escasez y será proporcional en su alcance a la gravedad de los hechos que la motivan" (es cercano al mismo artículo 27 de la ley original, pero con otras palabras. Lo podemos tomar cómo una adecuación al vocabulario).

Entonces, que mensajes se pueden extraer de este proyecto de ley y cuál puede ser su impacto en el sector agropecuario:

1-  La modificatoria continúa con el espíritu intervencionista de la ley. El Estado, ya podía y va a continuar "pudiendo", en palabras simples, hacer lo que quiera con las empresas, productos, cualquier objeto y mercados con el objetivo de garantizar lo que él considere de "bienestar general", -lo cual es 100% subjetivo y arbitrario- .
2-  Esta ley ya se viene usando principalmente sin citarla, y en el caso puntual del trigo el año pasado, si se hizo pública su uso.
3- Se ha incorporado un léxico “kiciloffista” de “control de la rentabilidad de la empresas a través de la determinación de la ecuación económica”. Esto, creo, es para poner el sello propio en base a sus ideas (pero mayoritariamente se mantuvo como la original).
4-  Lo que queda por develar, es el por qué de este “relanzamiento”. Planteo dos principales hipótesis: i) meter un tema de discusión para tapar otros temas de política y economía; ii) instaurar el tema para lograr algún consenso social para avanzar más en la intervención de la economía.
5-  En base al punto ii) previo, podría suceder que considere que los granos del sector (principalmente soja y sus derivados) son primordiales (el año pasado con el trigo fue para la “mesa de los argentinos”) porque aseguran el ingreso de dólares y gracias a ellos las “importaciones y el pago de deuda de los argentinos”.


En conclusión, la modificatoria no difiere en nada sustancial con la vieja ley (comparación entre la ley y la modificatoria), pero el “misterio” que queda presente, es el por qué del relanzamiento, si va por lo político o si se pretende avanzar con más intervención de la economía

Bajo el segundo escenario, el agro sería un blanco y podría seguir siendo perjudicado mediante algún mecanismo arbitrario y compulsivo de comercialización; pero a simple luz, no parecería que el gobierno tuviera el poder social para poder hacerlo, hasta el momento.

lunes, 25 de agosto de 2014

Cómo afecta el default al agro

Las últimas noticias que le ha tocado enfrentar a Argentina y especialmente al agro no han sido beneficiosas. El 31 de julio Argentina entró en default selectivo (los tenedores de un bono no recibieron el pago de intereses que les correspondía) y desde mediados de junio el precio internacional del principal producto agrícola del país -soja- tuvo el peor rally bajista desde 1982. El precio es el más bajo desde mediados de diciembre de 2011



La diferencia es que en esa campaña, posteriormente se registró la peor sequía en EE.UU de los últimos 56 años, mientras que en la actualidad las perspectivas climáticas son alentadoras. El USDA (Ministerio de agricultura de EE.UU) prevé una cosecha récord de casi 104 millones de toneladas en Estados Unidos, y a la fecha el 71% de los cultivos muestran un estado de bueno a excelente. Además, analistas coinciden en que hacia el final del año generalmente se dan los precios más bajos en los mercados de EE.UU. 

Dentro del mercado interno, si se analizan la diferencia entre los contratos de agosto y noviembre el diferencial de precios es casi nula y se mantiene en valores cercanos a los 290 US$/tn.

Con este escenario de precios (sobre rentabilidad vamos a verlo en otro artículo así no se hace muy largo) y esta coyuntura económica, se pueden ir sacando algunas ideas a tener en cuenta para lo que resta del año:

1- en cuanto a precios, muchos analistas coinciden en que hoy por hoy no hay muchos elementos alcistas en el mundo (básicamente recaen sobre lo que pueda hacer la demanda, destacando el rol de China), pero los precios futuros de 2015 se mantienen en estos mismos valores.

2- la situación macroeconómica nacional por no haber arreglado con los fondos, y por ende de eliminar la posibilidad de acceder a la financiación internacional, va a generar (y agravar) 3 impactos directos: 

         2.1) mayor presión sobre el dólar oficial (y paralelo): las reservas son escasas y se destinan a pagar deuda; el único sector que ingresa dólares es el agroindustrial (y verifica precios internacionales a la baja) y este año se está verificando una saldo comercial que es el más bajo desde 2001. Esto obliga a: i) llevar a cabo devaluaciones para aumentar lo que se conoce como "competitividad cambiaria" para incentivar más exportaciones y a su vez desincentivar importaciones y viajes al exterior; ii) sumado al encarecimiento de las importaciones, aumentan las restricciones en las cantidades importadas, lo cual le pega directamente al nivel de actividad. En las últimas semanas se siguió el mismo patrón progresivo de devaluaciones del año pasado (lo cual quedó demostrado que no sirvió), pero como inversor privado hay que monitorear si va a ser esa la estrategia o si van a seguir con una estrategia de "sorpresa" (por ejemplo, devaluación consecutiva de 5 días; freno por un tiempo y vuelta a devaluar, etc).

      2.2) mayor nivel de inflación: piense ud en el año 2009. Año recesivo (la economía cayó en torno al 4%, según Orlando Ferreres), pero la inflación se había "planchado" en niveles de 14% (Estadísticas de Santa Fe); este año la economía cae 1,1% en relación a 2013, pero la inflación acumulada a uno año está en el 38% (Elypsis), muy por encima del 28% del año anterior (Estadísticas de San Luis). Es decir, este año la caída en la actividad, no frenó la inflación, sino que aumentó. Esto se puede explicar por: devaluación, mayor emisión de dinero para financiar al Gobierno, y la incertidumbre económica lleva a que en muchos casos se ajusten precios por el único factor de no saber que pasará. A esto, hay que sumarle que el Estado llevó a cabo una ampliación de presupuesto de $200.000 millones, que mayoritariamente va a ser financiado con emisión.

     2.3) problemas de financiamiento público y privado: como se mencionó, Argentina tiene cerrado el financiamiento externo, pero ahora bajo esta situación lleva a que el financiamiento a empresas (por ejemplo prefinanciación de exportaciones) sea más escaso y más caro. Esto se traduce en que internamente el gobierno y las empresas se disputen los recursos existentes, también a un precio mayor (una tasa de interés más alta).

Entonces, cómo afecta esto al sector agropecuario. Mediante datos del Ministerio de Agricultura se estima que aún quedan por vender alrededor de 24 millones de toneladas, las devaluaciones van a ir incrementando el valor en pesos del grano (aunque no en dólares). Es decir, si se supone que el precio en dólares se va a mantener como marcan los mercados de futuros (o si se asegura un precio vía contratos de futuros u opciones), el rendimiento que se obtendrá por retener granos va a estar dato por el ritmo de devaluación. 

Para aquellos que tengan el grano como capital de trabajo, una alternativa posible es retenerla para llegado el momento comprar insumos. Para los que tengan un excedente, todo depende de cómo tengan armada su cartera de inversiones, la soja es un activo dolarizado (nos cubre contra las devaluaciones), pero no genera renta. Cómo todos los analista recomiendan, hoy por hoy es necesario dolarizar parte de la cartera, para ello existen diferentes alternativas. Pero también existen otras alternativas interesantes de inversión  que pueden ser útiles analizar (http://www.cartafinanciera.com/renta-fija/bonos-argentinos-alternativas-y-resultados/). 

Lo que si hay que tener presente que pasarse de soja a otro activo deja abierta una ventana de 7 días hábiles, 10 días en recibir el pago (en promedio) menos 3 días que tenemos para pagar una compra en el mercado de capitales (en caso de utilizar esa vía), que nos puede jugar en contra si el Banco Central sigue con la misma política de devaluación de la semana pasada (14 centavos en 4 días). Así que a la hora de buscar algún activo dolarizado para pasarse, tener en cuenta que el mercado cambiario esté relativamente en calma (cómo eso es algo muy dificil de predecir, hay que ir viendo las oportunidades que se van presentando).

lunes, 21 de abril de 2014

Trigo, soja, maíz y qué ir vendiendo...

En la entrada previa (soja y dólar) planteábamos la necesidad que presenta el gobierno de devaluar en algún momento y la estrategia que lleva adelante de "impresivilidad cambiaria". Asimismo lo que decíamos era que es importante tener bajo control las deudas en dólares (cancelarlas o "calzarlas") y que había, de acuerdo a la postura frente al riesgo de cada productor, ciertos márgenes para especular, pero también oportunidades con los mercados de futuros. 

En el siguiente gráfico se aprecia como luego de los máximos de agosto de 2012, los precios de los granos comenzaron una tendencia decreciente (recordar que fue la peor sequía en EE.UU. de los últimos 56 años), sin embargo a partir de fin de 2013, esa tendencia pareció darse vuelta. Acá hay que destacar, por una cuestión de política monetaria de los EE.UU. el dólar frente a otras monedas se hizo más fuerte (con 1 dólar se compraba más de otras monedas) hasta septiembre y dado que los contratos están nominados en dólares, los precios tenían presión a la baja; pero posteriormente el dólar se depreció (1 dólar compraba menos de otras monedas) e influyó en la curva alcista que se ve en el gráfico (actualmente en relación al euro está en 1,389, de los valores más altos desde octubre de 2011, así que es probable que baje en los próximos meses, impactando en los precios)

Precios de Chicago para los primeros contratos

En cuanto al mercado interno, las diferencias con los mercados internacionales son inferiores a las retenciones, salvo para el caso de la soja. Es decir, el precio doméstico se obtiene de la siguiente manera: Pcio internacional menos retenciones (35% en soja, 23% en trigo y 20% en maíz) menos gastos de fobbing (manejos del puerto). Pero si uno hace la diferencia entre los precios internacionales y los domésticos (tomados a través del MaTBA), encuentra que en maíz el diferencial es de casi 10%, en trigo de 5% y en soja de 43,8%. Esto se puede ver en el gráfico siguiente. Claramente, el descuento que le hacen al productor por el precio de la soja en plena cosecha es alto (cuando en EE.UU se están observando los precios más altos en los últimos 10 meses), mientras que en los cereales, luce atractivo.

Diferencia de precios entre Chicago y MaTBA 

Un indicador para examinar que grano conviene vender es analizar los ratios de precios entre granos. Esta relación indican por ejemplo en "soja/maíz", cuantas unidades de soja puedo comprar con una de maíz y así para los demás ratios presentados. Dentro del cuadro, se muestra cuál es el comportamiento representativo de estos valores en los últimos 6 años.

Apoyando lo que marcaba el gráfico anterior, el gráfico siguiente muestra que el maíz y el trigo está en posiciones favorables frente a la soja. Esto surge de comparar el valor actual, con los del cuadro. Así para soja/trigo actual=0,77>cuadro=0,56  y para soja/maíz actual=0,57>cuadro=0,49.

Relaciones de precios disponibles
Nota: las relaciones se deben leer así: "soja/maíz"= por cada unidad de maíz, puedo comprar 0,49 unidades de soja.

En maíz es la relación más alta desde julio de 2013, sumado a que en EE.UU. la relación de stock es de la mejor de los últimos años. Por lo que sería bueno desprenderse del maíz viejo en primer lugar. Según los precios relativos del CBOT, los farmers norteamericanos tendrían más incentivos en sembrar soja, lo cual lleva a que los contratos de noviembre (soja y dólar) estén casi un 17% por debajo del contrato de mayo. Pero para esto aún falta, aunque cuando planteamos el tema de retener y especular, no es malo la compra de una opción para fijar un precio de mínima.

Por otro lado, el maíz viejo destinado al mercado comercial está casi completamente vendido lo que es comercial, por lo que es un incentivo a liquidar en abril lo que quede de la cosecha pasada (además se enfrenta a precios futuros más bajos). 

Mientras que en cuanto al trigo nuevo, existe un 49% vendido contra 85% (el año pasado los exportadores habían comprado a esta fecha un 60% más, por los errores de Moreno que había otorgado más permisos de exportación que los realmente disponibles (Porqué nos quedamos sin trigo en 2013). Para esta campaña el gobierno fue más cauto y había anunciado que se habría la exportación por 1,5 millones de toneladas, de las cuales hasta el momento solo han habilitado 1 millón, pero deberían estar pronto a habilitar las 500 adicionales y hasta podría ampliar el cupo en hasta 500 mil (probablemente un poco por debajo, y después de agosto). De todas maneras, de cumplirse esta ampliación, el sector exportador ya casi las tiene compradas, y la demanda se concentraría básicamente en la industria que aún tiene por comprar más de 1,6 millones de toneladas.

Ventas maíz viejo y trigo nuevo
Nota: X= exportación/exportable

En trigo, el mercado para la cosecha 2014-15 ya espera una recomposición de stocks internos, así que sería bueno ir vendiendo hasta antes de noviembre (hay una versión de que podrían eliminar las retenciones a los cereales, pero de tomar una medida de esta índole, seguramente la van a aplicar hacia una campaña para adelante).

Entonces como resumen, parece bueno desprenderse del maíz viejo durante el mes de abril y después ir vendiendo el trigo hasta antes de que entre la cosecha 2014-15, porque seguramente la superficie aumente y eso traiga un alivio a los holgados stocks argentinos. Y con respecto a la soja, mantenemos lo que dijimos en la entrada anterior (soja y dólar), pero siempre prefiriendo ir cubriendo parte de las ventas con opciones o futuros.

Ahora bien, para que el que venda para aprovechar los precios y no tenga deudas, algunas alternativas son: 

1- negociar con su banco la tasa para un plazo fijo antes de que bajen.
2- comprar bonos dolarizados o dólar linked (ajustas según el tipo de cambio)
3- ir a acciones (más arriesgado)
4- en este blog van a encontrar más información www.cartafinanciera.com/renta-fija/oportunidades-en-activos-argentinos-en-dolares/
5- ir adquiriendo insumos para la campaña que viene, aprovechando descuentos que puedan recibir por compra de contado.