La situación de escasez de trigo fue un evento extraordinario en 2013 (¿qué pasa en el mercado del trigo?), algo que no ocurría desde la década del '50 (se tuvo que importar durante la presidencia de Perón) y tuvo como principal causa las malas políticas aplicadas al sector (ROEs). Aún así, la falta de medidas claras para incentivar su siembra -más allá de un anuncio sobre las retenciones (Modificación en las retenciones al trigo) que posteriormente no se cumplió- ocasionaron que la producción estimada para la campaña 2013-14 alcance las 9,1 millones de toneladas (aunque el Minagri estima 8,8 millones), cuando hemos producido en el pasado casi 16 millones de toneladas.
Se debe aclarar que la producción estimada satisface la demanda interna, la cual se sitúa en alrededor de 7 millones de toneladas, y deja un resto para recomponer stocks y según la cifra que se elija, algo o nada para exportar. Pero el problema radica en el sistema impuesto de comercialización, dónde la exportación está sujeta a la autorización de ¿Moreno? (habrá que ver de quién ahora), lo cual no crea un comercio transparente. En esa línea, en lo que va de este año, sólo se han otorgado permisos para exportación cercanos a los 44.000 toneladas, de lo cual se pueden hacer dos escenarios: 1) optimista: "el gato se quemó con leche", así que están esperando a tener los datos de la producción para ver si alcanza para abrir exportación; 2) pesimista: se garantiza el trigo barato para molinos (perjudicando al productor) y los exportadores también lo compran barato a la espera de las autorizaciones. El escenario más probable es el 1), primero porque el estado necesita dólares (entonces en caso de haber trigo para el mdo interno, habilitaría algo de exportación), y segundo porque los productores que no estén apretados financieramente no van a vender a precios que no guarden relación con el mercado internacional (es decir, saben que hay poco trigo y no van a malvenderlo).
Ahora el tema complejo, es ver cómo reacciona la cadena de agronegocios del trigo en cuanto a la distribución de la renta. Es decir, a qué precio va a vender el productor el grano, a qué precio va a vender la harina el molino y a qué precio van a vender los productos farináceos las empresas. ¿Por qué surge este interrogante? porque cuando existen distorsiones de precios como ha pasado este año debido a la escasez del grano, la normalización va a implicar una "lucha" de intereses hasta que se vuelva a un estado "aceptable (o de equilibrio)".
El primer dato al comenzar la cosecha, es la fuerte baja de precios del trigo, aunque convergiendo a los valores internacionales. Sin embargo, el precio de la harina y de algunos de sus derivados cedieron pero en menor medida que el trigo. Este comportamiento es consecuencia de la pérdida de referencias relativas para ir bajando los precios y los comportamientos que pueda tener la demanda. Sin embargo, se debe tener en cuenta que la molienda de septiembre fue la más baja desde 2002, y la de octubre la más baja desde 2006, es decir, el alza de precios parece haber disminuido la demanda de productos, por lo que hacia adelante este eslabón en la cadena va a influir y será referente para el reacomodamiento de los precios. Es de esperar que esta conducta se mantenga en diciembre y enero, y una vez que existan datos concretos de los niveles de trigo, se vaya normalizando (siempre y cuando el gobierno no habilite exportaciones por encima de la capacidad de exportación disponible).
El primer dato al comenzar la cosecha, es la fuerte baja de precios del trigo, aunque convergiendo a los valores internacionales. Sin embargo, el precio de la harina y de algunos de sus derivados cedieron pero en menor medida que el trigo. Este comportamiento es consecuencia de la pérdida de referencias relativas para ir bajando los precios y los comportamientos que pueda tener la demanda. Sin embargo, se debe tener en cuenta que la molienda de septiembre fue la más baja desde 2002, y la de octubre la más baja desde 2006, es decir, el alza de precios parece haber disminuido la demanda de productos, por lo que hacia adelante este eslabón en la cadena va a influir y será referente para el reacomodamiento de los precios. Es de esperar que esta conducta se mantenga en diciembre y enero, y una vez que existan datos concretos de los niveles de trigo, se vaya normalizando (siempre y cuando el gobierno no habilite exportaciones por encima de la capacidad de exportación disponible).
Por último, acerco una pequeña regresión para estimar el precio de la harina según los valores que alcance el trigo. Es un modelo muy simple pero que ha mostrado robustez en los resultados. El modelo sirve cómo guía para estimar los probables precios de la harina. Acá solo utilizo el costo del trigo, pero hay otros elementos que también influyen. A modo de ejemplo, a principio de año la tonelada de trigo interna se ubicaba entre US$220-250/tn y la bolsa de 50 kg de harina se vendía entre US$24-30, es decir, de volver a esos valores el trigo, la harina también debería seguirlo. Para acceder al cálculo del precio de la harina siga el siguiente enlace: Estimación del precio de la harina y presione la fecha que apunta hacia abajo en la barra gris para descargar el archivo y modificar los valores de las variables.